viernes, 25 de abril de 2014

DECRETAR

Muchas personas no tiene ni idea de lo que en realidad significa “decretar” y creen que

 éste es un término de la Nueva Era, que es sinónimo de “rezar”, pero el “decretar” no 


tiene nada que ver con eso.



Cuando uno decreta algo, lo está haciendo con autoridad sobre sí mismo y sobre su propio mundo.

Debemos tener en cuenta de que por ser hijos de Dios tenemos sus mismos poderes, y por lo tanto somos creadores. Esto significa que nosotros mismos decidimos que es lo que actúa en nuestro propio mundo. Esto siempre ha sido así­ , siempre hemos visto pasar en nuestra vida lo que ha estado en nuestra conciencia, o sea, en nuestros pensamientos y sentimientos, solamente que no lo sabíamos y entonces cuando nos pasaba algo creíamos que era Dios quien nos estaba castigando por algo o premiando por “nuestro buen comportamiento”, pero ahora sabemos que Dios no es un Ser caprichoso e implacable que dirige a su antojo nuestra vida, sino que somos nosotros mismos quienes forjamos día a día nuestro destino con nuestras actitudes hacia los demás y con nuestros pensamientos y sentimientos y, que por Ley de causa y efecto, se nos devuelven multiplicados.

Entonces, al estar consciente de este hecho, es que podemos decidir decretar para nuestro mundo solo la perfección, que es nuestra Única Verdad y dejar todo lo negativo fuera.
El uso repetido de una afirmación es un proceso que progresivamente se irá imprimiendo en tu mente y simultáneamente irá borrando el antiguo patrón de pensamiento negativo, produciendo con firmeza y solidez los cambios deseados en tu vida…
La metafísica dice: “todo pensamiento negativo es un ataque a Dios” (Recordemos que Dios está en mi…yo soy su imagen y semejanza) y sugiere llevar a cabo el proceso de “deshacer y rehacer” Siento que en este detalle radica nuestro proceso de evolución…Somos acción constante, movimiento, cambio

Dice el Maestro Saint Germain que existe una diferencia muy grande entre “orar” y

 “decretar”, ya que cuando uno ora lo hace como una súplica y con temor, mientras 


que al uno decretar está¡ reconociendo el poder infinito de Dios en cada uno, y esto

 es lo que trae los resultados deseados.

Es muy importante mantener elevado nuestro estado de conciencia, ya que de nada 

sirve hacer decretos o pasar horas rezando si después caemos en la crítica y en la 

condenación hacia los demás, bajando así­ nuestro nivel de conciencia, y por lo 

tanto, deshaciendo todo lo hecho anteriormente.

Y creo sería bueno recordar las palabras del Amado Maestro Jesús:
Pide y se os dará. Tocad y se os abrirá”.





No hay comentarios:

Publicar un comentario